Antigone

El barrio de Antigone, sobre un terreno de 36 hectáreas, es una de las mayores operaciones urbanísticas realizadas en Francia. El proyecto se remonta a 1979, cuando el recientemente elegido consejo municipal de Montpellier aprobó  la creación de un nuevo  distrito urbano a lo largo de un eje central para equilibrar la expansión de la ciudad hacia el este y conectar el centro histórico con el río Lez.

Para RBTA Antigone es un proyecto ejemplar por considerar que como arquitectos fueron capaces de crear una parte de la ciudad. Los edificios concebidos por RBTA, así como el diseño de los espacios exteriores, y el resto de las obras construidas como resultado de la colaboración entre el arquitecto jefe, Ricardo Bofill, y los arquitectos de ejecución, son parte integrante de la misma ciudad y enfatizan su unidad.

El master plan de Antigone está basado en los principios harmónicos del Número de Oro, un sistema de diseño aplicado tanto a la composición  de calles y plazas, así como las fachadas y los detalles de construcción.

El programa incluye: La Place du Nombre d’Or (288 apartamentos y comercios), Les Echelles de la Ville (oficinas), Les Rives du Lez (paisajismo del lecho del río Lez), sede del Gobierno Regional Languedoc-Roussillon, Le Port Juvénal (350 apartamentos), Hotel Mercure, Le Parnasse (100 apartamentos), Le Capitole (apartamentos y comercios); La Tour Europe (oficinas); Les Guinguettes (2 restaurantes) y la Piscina Olímpica de Montpellier.

Los proyectos de viviendas, repartidos al 50% entre viviendas sociales y de venta libre, comparten la misma tipología, una fila de apartamentos de doble orientación, de distinta profundidad (9 a 12 metros) y altura (4 a 7 plantas).

Antigone se concibió como un nuevo centro urbano con todo lo que ello implica para las actividades que se desarrollan dentro de sus límites. El proyecto expresa la dignidad y la importancia del pasado cultural de Montpellier  y recupera todas las características de una ciudad típicamente mediterránea.

El solar y el tejido urbano donde debía integrase el master plan no tenía una forma definida, por lo que era imprescindible optar por un esquema morfológico claro, de fácil lectura y reconocible para sus futuros habitantes y la población general de Montpellier. Por ese motivo introdujimos el eje. El eje, como columna vertebral del desarrollo urbano, revela una secuencia de espacios abiertos y cívicos diferentes por su contenido y ambiente. RBTA trabajó a partir de una geometría básica que genera a la vez la sucesión de espacios a lo largo del eje y el tejido urbano del distrito que se desarrolla a ambos lados de éste.

Las ideas que prevalecieron durante la concepción de este distrito siempre se han asociado a la belleza, a la harmonía, al espacio. A pesar de que estas ideas estaban sujetas al necesario pragmatismo que un proyecto de esta escala debe respetar, a la restricción de los costes de construcción, a la rentabilidad de las distintas operaciones y a los distintos factores técnicos, estas ideas fueron capaces de expresar una arquitectura que pone especialmente en valor el espacio público.