Jardines clásicos del Ensanche

Para el diseño de esta tipología de jardín en una manzana típica de Barcelona, el Taller de Arquitectura, optó por un diseño sencillo que facilitase la implementación y el mantenimiento de las zonas verdes, proponiendo un modelo fácilmente identificable, a la vez clásico y mediterráneo.

Clásico en el sentido de nuestros orígenes grecorromanos, y Mediterráneo en cuanto la combinación de superficies verdes y las pavimentadas  debía ajustarse a las condiciones climáticas y físicas del lugar. La forma básica, así como la organización espacial del jardín, es una geometría determinada por el cruce de los ejes que derivan de los importantes elementos urbanos del área a tratar. Nuestro proyecto presupone un equilibrio entre los recursos naturales y el diseño arquitectónico, a los que se añaden elementos del concepto romano de espacio público, entendido como lugar de encuentro de los ciudadanos.

El proyecto del jardín conformará el espacio con el doble objetivo de convertirse en un jardín urbano y en parque de distrito.

La planta del proyecto consiste en una composición geométrica deliberadamente sencilla, centralizada y organizada, que configura un modelo nuevo, simbólico. Una columnata externa de 240 metros de lado actúa como filtro entre las calles de la ciudad y el jardín. En otra amplia columnata de 10.8 metros se situará el centro cívico; mientras que un tercer peristilo de vegetación de 2,7 metros formará una pérgola.  Cinco líneas de árboles sobre tierra compactada dibujarán una corona cuadrada de 25 metros de lado. En el centro de la composición, una plaza monumental, con vegetación (césped) y pavimentación mineral (baldosas de cerámica roja), incluirá un edificio cubierto – templo – con dos piscinas a ambos lados  y una plaza – explanada – teatro al aire libre.

La columnata exterior se construirá a base de elementos industrializados, que se repetirán, en hormigón arquitectónico o piedra artificial. El color gris-rosado y la textura contribuirán a la integración de la nueva columnata en el distrito y la ciudad. Gracias a una zona verde que incluye diferentes tipos de árboles de hoja perenne  se conseguirá la creación de un microclima. Se colocará una doble hilera de cipreses sobre la cubierta de la columnata y la pérgola verde; una doble hilera de álamos de hoja caduca para garantizar un espacio soleado para el invierno; tres hileras de pinos de tronco grueso formarán el anillo que delimitará el espacio central, recubierto de una superficie inclinada de césped para darle un carácter más monumental.

Sobre la plaza rectangular se colocará la base, recubierta de baldosa de cerámica roja, que soportará el teatro y un centro cultural para actuaciones en directo. Las fachadas laterales del edifico se reflejarán en el agua que contiene los dos estanques,  recubiertos también de baldosa roja. El agua de lluvia se canalizará para llenar las piscinas.

El templo es el centro de la composición. Se construirá en hormigón blanco reforzado, su diseño es sencillo, pero especial para este proyecto. Una pared externa de ladrillo sólido delimitará el espacio, mientras que para la cubierta se utilizarán baldosas planas.

Bajo la base escalonada de este potente edificio público, se colocarán las instalaciones para el mantenimiento del parque. El templo es accesible por sus cuatro fachadas y ofrece varias posibilidades de uso: desde, simplemente, procurar sombra, ejercer la función simbólica del templo – masía catalana, u ofrecer un espacio público para la celebración de conciertos, conferencias y festivales.

El anfiteatro, en el otro extremo de la explanada, sobre un terreno elevado frente al centro del proyecto, podrá ser utilizado para cualquier actividad cultural o como lugar de encuentro para los visitantes. Pavimentado con ladrillo, su tamaño variará en función de las necesidades de aforo.