Les Echelles du Baroque

Les Echelles du Baroque forma parte de un programa de renovación urbana en el distrito XIV de Paris, una zona cerca de la estación de tren de Montparnasse. Por su situación en un contexto muy sensible, este proyecto exigía la utilización de un lenguaje arquitectónico específico, con un marcado respeto por la configuración del tejido urbano existente.

El barroco proporcionaba el vocabulario arquitectónico necesario para dar forma a espacios cóncavos; la composición del barroco tiene en cuenta todos los puntos de vista en el espacio; predispone a la destrucción de la rigidez establecida por la sistematización de la industria de la construcción. Aplicando la esencia de la arquitectura barroca, la fachada no se trata como un simple muro.

Como punto de partida y como consecuencia de nuestro respeto por el contexto urbano, pretendíamos romper con las superficies y encontrar un sistema de planos regidos por una doble restricción: básicamente, había que respetar el modelo urbano  existente y darle forma para que se correspondiera con el espacio interior. La combinación de estas limitaciones nos condujo a deformar la trama, a la vez que debíamos mantener un sistema racional de implantación estructural. Aquí, la racionalidad, aunque necesaria, dejaba de ser obsesiva; aunque presente, estaba tan interiorizada que era prácticamente imperceptible.

Les Echelles du Barroque incluye tres edificios de apartamentos. El primero rodea una plaza circular, que por su condición axial, encierra las perspectivas del proyecto; tras este espacio, dos edificios claramente diferenciados definen dos plazas adicionales: una elíptica y otra con forma de anfiteatro.

Las fachadas orientadas hacia la plaza elíptica definen un espacio como el de las plazas barrocas italianas. Para estas fachadas el equipo utilizó un muro cortina con columnas de vidrio que conforman bow windows y que aportan ritmo al diseño.

Los tres edificios contienen 274 apartamentos distribuidos en siete plantas y sótano con espacio de aparcamiento para 300 coches. La planta baja está parcialmente ocupada por locales comerciales, oficinas y talleres.

La geometría de los edificios está basada en la yuxtaposición de módulos (unidades residenciales), que por su colocación respetan el modelo urbano.

La tipología básica de apartamento tiene una superficie de aproximadamente 65 m2, que corresponde a un apartamento de dos dormitorios y que se obtiene con la superposición de cuadrados de 6 x 6 metros.

La división en cuadrados facilita la separación racional en zona de día y de noche, dando preferencia a un amplio salón en uno de los cuadrados. El espacio compartido entre la cocina, el baño y el dormitorio está localizado en otro cuadrado.

La suma de un modulo, o medio módulo, su superposición generando un dúplex, satisface las demandas del programa respecto al tamaño de las unidades residenciales (del estudio al apartamento de cinco habitaciones).

Con el tratamiento de los interiores mediante recursos gráficos y la utilización de materiales especiales, se pretende recuperar la calidad perdida. Relieves en las paredes y particiones de yeso teñido enfatizan el espacio. Otros recursos  prestados del vocabulario de la arquitectura clásica, incluyen ventanas y arquitrabes en las puertas, pedestales, molduras y pilastras. Todas las unidades residenciales tienen doble exposición; los salones están orientados hacia el espacio interior.

La fachada de la plaza elíptica es un muro cortina puntuado por columnas de vidrio de dos metros de diámetro, dotando así cada apartamento con bow windows. La fachada delimita un espacio interior (como en la plazas barrocas italianas) recubierto de césped  – una alfombra orgánica para un exterior interiorizado. La balaustrada  que rodea todo el perímetro incorpora elementos de mobiliario urbano: bancos, jardineras e iluminación exterior.

El pavimento del espacio en forma de anfiteatro integra elementos minerales y vegetales.  Distintos niveles orgánicos conforman la parte circular del teatro. El escenario, de espíritu barroco, está construido con piedra.

En las fachadas, realizadas a base de paneles prefabricados de hormigón arquitectónico, se aplicó un vocabulario heredado de la historia de la arquitectura: una combinación  convencional con elementos como puertas, ventanas, columnas y pilastras. La composición genera diversas lecturas y escalas que engendra varias interpretaciones a partir de la experimentación espacial de la cultura.

El proyecto mantiene la tensión entre el espacio interior y la forma exterior. La fachada como un escenario para la ciudad, ya no es un simple muro con aberturas. La fachada juega con todos los elementos, líneas rectas y curvas planas o con volumen.