Mezquita Estatal

Samarra  es, sin lugar a dudas, la referencia principal de la mezquita de Irak.  Un modelo que RBTA eligió como fuente de inspiración para la Mezquita Estatal de Bagdad. Basándose en este bello arquetipo, el equipo interpretó los principios que rigen su construcción, actualizando  sus dimensiones, técnicas y materiales. Desde el punto de vista tecnológico nada impedía la introducción de nuevas formas de expresión a partir una base histórica.

La inspiración para el diseño de la  Mezquita Estatal de Bagdad yace en la expresión más espiritual y desinteresada: la comunicación entre Dios y el hombre. El equipo tuvo muy en cuenta, además, la realidad histórica y social en que se inscribía el proyecto.

La referencia histórica adoptada muestra una sala de plegarias, una gran sala hipóstila, que determina para todo el edificio una morfología fundamentalmente plana, con una pequeña cúpula sobre el mihrab. Se trata de una arquitectura donde están presenten los elementos esenciales de la vida: la luz, la tierra, el agua y la vegetación.

La alternancia de sol y sombra en los patios y en los espacios techados alcanza su máxima expresión en la sala de 300 columnas, iluminada a través de lucernarios que resaltan los volúmenes y definen los espacios.

El agua como elemento arquitectónico es uno de los conceptos esenciales del proyecto. El agua emana  desde el minarete y fluye a lo largo del canal central que conduce a los fieles al patio central. Allí, el agua reaparece en forma  de fuente simbólica para las abluciones, para desembocar en un lago situado detrás del mihrab, que sirve además como reserva de agua.

El diseño del sistema de canalización del agua en los distintos jardines forma parte del tratamiento paisajístico. El agua, fuente de vida, es parte integral del espíritu de la Mezquita de Estado; su sonido, su movimiento y sus reflejos confieren un nivel cósmico al concepto arquitectónico.

La tierra está representada por los potentes volúmenes del edificio, cuadrados y rectángulos  que con sus líneas horizontales destacan sobre el cielo, y por  la composición geométrica de los jardines. La tierra se funde con el cielo representado en su cúpula redonda.

La vegetación que rodea el edificio, en forma de parterres rústicos y jardines árabes, expresa el espíritu jerárquico del pasaje de los espacios sagrados a la naturaleza.